Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://kallumnysn118793.bloggactif.com/39974092/por-qué-el-cabezazo-de-zidane-sigue-siendo-noticia