Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://lucyhnua951778.activablog.com/37645680/el-cabezazo-de-zidane-bajo-la-lupa